Queridos hijos, coraje. Mi Hijo Jesús está com vosotros. Cuando sientáis el peso de la cruz, llamad por Él que os ama y os conoce por el nombre. Acoged el Amor Misericordioso de Mi Hijo Jesús y sed dóciles a Su llamado. Testimoniad vuestra fe y en todas partes anunciad y defended la verdad. Orad mucho por la Iglesia de Mi Jesús. Habrá una gran discordia entre los Elegidos de Dios. Pido a los Ministros de Mi Hijo Jesús que anucien sin miedo el Evangelio y que en todo hagan la Voluntad de Dios. No podéis complacer a los hombres, pues así estaréis contribuyendo para la condenación eterna de una gran multitud.Sed anunciadores de la Verdad. Sed como Ezequiel que tuvo el valor de decir No a los deseos humanos, pero fue fiel al Verdadero Dios. Vivís em el Tiempo de los Dolores y sólo en Jesús encontraréis fuerzas para soportar el peso de las pruebas por venir. No os alejéis de la oración. Defended a Jesús y Su Evangelio, pues sólo así seréis grandes a los Ojos del Padre. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.