Queridos hijos, estad atentos para que no seáis engañados. Creed firmemente en el Evangelio de Mi Jesús para ser salvados. He aquí el tiempo de las grandes confusiones espirituales. Apartaros de los falsos signos y de los falsos milagros. El demonio logró engañar a muchos de Mis pobres hijos en la Tierra de Santa Cruz. Muchos fueron engañados por falsos estigmas y falsos señales. Apartaros definitivamente de toda mentira y engaño. Volveos a la verdad para ser salvados. Llegará el día en que, por un permiso de Dios, sucederá un gran milagro en vuestro Brasil. Sucederá con un sacerdote y será razón para la conversión de muchos hombres y mujeres alejados. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para conduciros a la verdad. Dios tiene prisa. No os quedéis de brazos cruzados. Lo que tienes que hacer no lo dejéis para mañana. No quiero obligaros, pero lo que digo debe ser tomado en serio. Doblad vuestras rodillas en oración y Dios os salvará. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Sufro por aquello que os espera. Alejaros del pecado y decid vuestro sí a Dios. Coraje. Yo pediré a Mi hijo Jesús por vosotros. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.