Queridos hijos, no podéis llegar a la victoria sin pasar por la cruz. No tengáis miedo. Mi Jesús os ama y os espera de Brazos Abiertos. Dadme vuestras manos y Yo os conduciré a Aquel que es vuestro Camino, Verdad y Vida. La Resurrección de Mi Jesús os da la certeza de que siguiendo Sus Pasos saldréis vencedores. La muerte no vencerá a aquellos que son fieles. Vuestros nombres ya están inscritos en el Cielo. Sed dóciles a Mi Llamado. No permitáis que las cosas del mundo os contaminen y os aparten del camino de la salvación señalado por Mi Jesús y enseñado por el verdadero Magisterio de Su Iglesia. Llegará el día en que los enemigos de Dios negarán la Resurrección y muchos serán contaminados por el fango de las falsas doctrinas. No lo olvidéis: La verdad del Evangelio es innegociable. Suceda lo que suceda, quedad con Jesús y con las enseñanzas del verdadero Magisterio de Su Iglesia. ¡Adelante sin miedo! Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.