Queridos hijos, adelante sin miedo. Dios está a vuestro lado. Confiad en Él que es vuestro Bien Absoluto y sabe lo que necesitáis. Vine del cielo para conduciros a Mi Hijo Jesús. No retrocedáis. Abrid vuestros corazones y aceptad la voluntad de Dios para vuestras vidas. Ahora es el tiempo de gracia para cada uno de vosotros. Escuchad la voz de Dios y llenaros con Su amor. Si la humanidad acogiera la invitación al amor y bien deprisa sería sanada espiritualmente. Los invito a vivir Mis llamadas. Yo quiero haceros santos, pero no os quedéis estancados en el pecado. Volveos a Jesús. Sólo Él es vuestro Camino, Verdad y Vida. Doblad vuestras rodillas en oración. Un doloroso acontecimiento ocurrirá en Italia y será un gran sufrimiento para la Iglesia. Sufro por aquello que viene para vosotros. Coraje. Quién está con el Señor jamás experimentará el peso de la derrota. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.