Queridos hijos, Mi Jesús es la Luz que debéis buscar para no vivir en las tinieblas. Él ha vencido a la muerte para daros vida en abundancia. Estad atentos. Los falsos profetas actuarán y dominarán con la mentira, pero vosotros podéis vencerlos dejándoos conducir por Aquel que es la Verdad Absoluta del Padre. Camináis hacia un futuro doloroso. Seréis perseguidos por causa de vuestra fe, pero no retrocedáis. Mi Jesús ha prometido estar con vosotros todos los días. ¡Coraje! Yo soy vuestra Madre y he venido del Cielo para llevaros al Cielo. Sed hombres y mujeres defensores de la verdad. Si el mundo os rechaza por ser de Jesús, estáis en el camino correcto. No busquéis las glorias de este mundo. Vosotros pertenecéis al Señor y el Cielo debe ser vuestra meta. ¡Adelante sin miedo! Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.