Queridos hijos, no os alejéis de la oración. Cuando estáis alejados, os convertís en el objetivo del enemigo. Volved a Aquél que es vuestro Camino, Verdad y Vida. He aquí el tiempo de la Gran Batalla Espiritual. Confesión, Eucaristía, Sagradas Escrituras, Santo Rosario, Consagración a Mi Inmaculado Corazón y la fidelidad al Verdadero Magisterio de la Iglesia: He aquí las armas para vuestra victoria. Confiad plenamente en el poder de Mi Jesús. Él espera mucho de vosotros. No crucéis los brazos. Cuidad de vuestra vida espiritual. No viváis unidos a las cosas del mundo. Todo en esta vida pasa, pero la gracia de Dios en vosotros será Eterna. Yo soy vuestra Madre y vine del Cielo para conduciros al puerto seguro de la fe. Sed mansos y humildes de corazón, pues sólo así podéis experimentar la Presencia de Mi Jesús en vuestras vidas. Rezad. Un evento aterrador se dará en esta tierra (Caiapônia-GO-Brasil), y muchos han de llorar y lamentarse. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Suceda lo que suceda, no permitáis que la llama de la fe se apague dentro de vosotros. Adelante en la oración. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.