Queridos hijos, os amo. Con esta certeza y caminad siempre llenos de esperanza. Mañana será mejor para los hombres y mujeres de fe. Os pido que mantengáis encendida la llama de la fe. Dad a Dios lo que es de Dios. Estáis en el mundo pero no sois del mundo. La humanidad se alejó del Creador. El egoísmo llevó al hombre a una triste ceguera espiritual. Regresad a Aquél que es vuestro Todo. No viváis en el pecado. He aquí el tiempo oportuno para vuestro regreso. Amad. El amor es más fuerte que la muerte. El amor gana todo. Abrid vuestros corazones y aceptad el amor del Señor. Cuando os sucede que caéis, no os desaniméis. Mi Jesús es el Buen Pastor. Él os levantará y os llevará en Sus brazos. Fue por vosotros que Mi Jesús murió en la cruz. Él abrió el cielo para vosotros. Coraje. Nada ni nadie está perdido. Doblad vuestras rodillas en oración. Rusia hará un acuerdo que traerá sufrimiento y la muerte de muchos de Mis pobres hijos. Rezad, rezad, rezad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.