Queridos hijos, sois pertenencia del Señor.Volved a Él y seréis salvados. No viváis estancados en el pecado. He aquí el tiempo oportuno para vuestro regreso al Dios de la salvación y de la paz. La humanidad vive fuertes tensiones y Mis pobres hijos no saben a dónde ir. Yo vine del cielo para mostraros el camino. Rezad, haced penitencia, buscad a Jesús en la Eucaristía, escuchad Su Palabra y acercaros al sacramento de la Confesión. Si os convertís, muy pronto la humanidad encontrará la paz. No crucéis los brazos. No retrocedáis. Hamburgo vivirá la angustia de un condenado. Sufro por aquello que viene para vosotros. Doblad vuestras rodillas en oración. Quién está con el Señor vencerá. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.