Queridos hijos, la humanidad vivirá momentos difíciles y graves conflictos causarán grandes pérdidas. Aquel que se opone a Cristo actuará con grande fuerza y Mis pobres hijos beberán el cáliz amargo del dolor. Grandes piedras caerán sobre los hombres. El dolor será grande. Yo soy vuestra Madre Dolorosa y sé lo que os espera. No os crucéis de brazos. Dios tiene prisa. Cuidad de vuestra vida espiritual y en todo procurad imitar a Mi Hijo Jesús. Vuestros nombres ya están grabados en Mi Inmaculado Corazón. Convertíros. Los hombres del terror actuaran con grande furia. Veréis horrores en toda parte. En Francia, Malasia y en Brasil el dolor será intenso. Doblad vuestra rodillas en oración. Este es el año del sufrimiento para muchos de Mis pobres hijos. Este es el mensaje que os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por permitirme reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.