Queridos hijos, os invito esta noche a abriros a la Gracia de Dios y ser en todo semejantes en todo a Mi Hijo Jesús. Ahora se avecinan los tiempos de las grandes tribulaciones. La guerra vendrá. La acción malefica de los hombres causará muerte y destrucción en varias naciones. Volved al Señor. Contestad a Su llamado a la misión para ser salvados. Un hombre malvado ordenará una gran invasión. La furia y el deseo de muerte estarán en los corazones de los hombres. La ciudad de las siete colinas será destruida. Arrepentiros. Dad lo mejor de vosotros a la misión que se os ha confiado. Surgirá una misteriosa enfermedad. De la arena viene. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.