Queridos hijos, rezad. Por falta de verdaderos pastores, muchas ovejas irán a dispersarse. Muchas se apartarán del verdadero pasto y se perderán en falsos caminos. Sufro por aquello que viene para vosotros. Camináis hacia un futuro de dudas e incertidumbres. Suceda lo que suceda, permaneced firmes en la verdad. No lo olvidéis: Solamente Mi Hijo Jesús es vuestro Camino, Verdad y Vida. Huid de las puertas anchas y buscad el Cielo por el Camino de la Cruz. Yo conozco vuestras necesidades y rogaré a Mi Jesús por vosotros. Coraje! En la Eucaristía está vuestra victoria. ¡Adelante, sin miedo! Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.