Queridos hijos, doblad vuestras rodillas en oración. La gran discordia entre los consagrados alejará a muchos hombres y mujeres del camino de la verdad. Quedaros con Jesús y recibid las enseñanzas del verdadero Magisterio de Su Iglesia. No tengáis miedo Decid a todos que la verdad se mantiene intacta solo en la Iglesia Católica. Tened valor. No retrocedáis. Suceda lo que suceda, permaneced firmes en el camino que os señalé. El demonio causará un gran daño espiritual en la vida de muchos consagrados. Aquellos que deseen permanecer en la verdad nunca deben olvidar las lecciones del pasado. La verdad de Dios siempre será verdadera. Donde hay media verdad no hay Presencia de Mi Hijo Jesús. Tened cuidado de no ser engañado. Adelante en la defensa de la verdad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.