Queridos hijos, camináis hacia un futuro doloroso. Los fieles serán perseguidos y la cruz será pesada para Mis pobres hijos. En la Gran Batalla Espiritual muchos tendrán el valor de Judas, pero la Victoria será del Señor, pues muchos actuarán con valentía y defenderán la verdad, así como ha hecho el gran Juan Bautista. No retrocedáis. Mi Jesús estará a vuestro lado. Doblad vuestras rodillas en oración. Buscad fuerzas en las Palabras de Mi Jesús y en la Eucaristía. Anunciad a todos las maravillas de Mi Hijo Jesús, y con vuestros ejemplos y palabras testimoniad que sois del Señor. Os amo y estaré con vosotros. Cuando os sintáis débiles, fortaleceros por medio de la oración del Santo Rosario. Sólo por la fuerza de la oración podéis alcanzar la victoria. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.