Queridos hijos, en estos días permaneced en la presencia de Mi Hijo Jesús. No os alejéis de Su gracia, pues sólo entonces podéis experimentar Su presencia en esta Navidad. Llenaros del amor, pues sólo en el amor tendréis paz. Mi Hijo Jesús es la paz que la humanidad necesita. Calmad vuestros corazones. En la Serenidad de la oración encontraréis Jesús. Sois importantes para la realización de Mis planes. No viváis apartados. Necesito cada uno de vosotros. No os desaniméis. Yo estoy siempre con vosotros todos. Yo os guiaré a Aquél que es vuestro todo. Confiad en Él y todo estará bien para vosotros. Doblad vuestras rodillas en oración. Rezad delante de la cruz y suplicad la Misericordia de Mi Jesús por los hombres. No os alejéis de la verdad. Coraje. Sufro por causa de vuestros sufrimientos. Los que están en Poltava gritarán por socorro y semejante acontecimiento tendrá lugar en Entre Ríos. Rezad, rezad, rezad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.