Queridos hijos, caminad con Jesús y sed defensores de la verdad. Quién camina con Jesús en pocos pasos encontrará la santidad. El camino hacia la santidad es lleno de obstáculos, pero es por la victoria de la cruz que llegaréis al Cielo. Mi Hijo Jesús prometió y está siempre a vuestro lado. En los momentos de alegría o de dolor, recuerdaros siempre que Mi Jesús está con vosotros. Vine del Cielo para preparar a la humanidad, pues camináis para un futuro de grandes y dolorosas pruebas. La humanidad beberá el cáliz amargo del sufrimiento, porque los hombres se han alejado del Creador. Llegará el día en que muchos han de arrepentirse por haber rechazado la gracia de Dios. Muchos recordarán los momentos vividos y las oportunidades dadas por el Señor, pero será tarde. Sufro por aquello que viene para vosotros. Arrepentiros y volveos. Vuestro Dios os ama y os espera. Decid vuestro sí y seréis felices ya aquí en la tierra y más tarde Conmigo en el Cielo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Queda en paz.